Chakras

NUEVO
Armonización de chakras usando mandalas

Existen mandalas especialmente diseñados para armonizar los chakras o centros energéticos de nuestro cuerpo, para aumentar su capacidad de captación de energía y para lograr su equilibrio. Estos mandalas contienen formas y símbolos específicos para cada chakra y se trabajan con los colores asociados a cada uno de ellos. Mientras iluminamos el mandala, éste envía impulsos a la mente de forma subliminal, como una especie de mensaje oculto que el cerebro capta desencadenándose una reacción natural.

Chakra raiz: mandala rojo

Al trabajar con tonos predominantemente rojos en este mandala, que representa al chakra sacro, ayudamos a impulsar nuestra fuerza vital, al tiempo que incrementamos nuestra autoconfianza. Este ejercicio sirve también para el control de la agresividad.  



Chakra sacro: mandala naranja

El trabajo con este mandala, representativo del segundo chakra, se realiza utilizando tonos anaranjados y nos ayuda a fomentar la tolerancia y a socializar. Es también útil cuando necesitamos enfrentarnos a los retos de la evolución, y nos aporta energía positiva que necesitamos para alcanzar metas o concretar protectos.



Chakra plexo-solar: mandala amarillo

El mandala que usaremos para trabajar con el tercer chakra es el que usa la gama de los amarillos. El trabajo con este mandala nos ayuda a liberar miedos internos y nos ayuda a canalizar las cuestiones intelectuales con las que tengamos problemas de dispersión. Este mandala también nos ayuda a manejar los desequilibrios emocionales. 



Chakra corazón: mandala verde

El trabajo con el mandala que representa al chakra cordial pasa por la utilización de tonos verdes y nos aporta tranquilidad además de fomentar el equilibrio emocional. Nos ayuda a expresar los sentimientos libremente, facilita el expandir el amor hacia uno mismo así como hacia los demás, equilibra el sentido de posesión y nos ayuda a sentirnos más inclinados a practicar el desprendimiento.



Chakra garganta: mandala azul

El chakra de la garganta viene simbolizado en el mandala que utiliza la gama más clara de azules. Trabajar con este mandala nos ayuda con nuestra evolución espiritual a través de una liberación de la resistencia a comunicarnos con la gente y permitiéndonos desarrollar la tolerancia hacia los demás y hacia nosotros mismos.



Chakra frontal: mandala añil

El color añil es prioritario en el mandala que representa el sexto chakra o chakra frontal. Este mandala nos ayuda a conectar con nuestro Ser interno, al mismo tiempo que fomenta la intuición. Trabajar con este mandala nos ayuda a expandir los canales de recepción de mensajes trascendentales, haciéndonos más receptivos.



Chakra coronario: mandala violeta

Este último mandala tiene como dibujo la representación del séptimo chakra, el de la corona, y usa como color principal el violeta. El trabajo con este mandala nos ayuda en nuestro contacto con la conciencia cósmica y también podemos utilizarlo para expandir nuestro poder creativo. 




A continuación podrás descargar las plantillas de los mandalas correspondientes a los siete chakras y empezar ya a trabajar con ellos para equilibrar tus chakras.

mandala chakra raíz

mandala chakra sacro

mandala chakra plexo-solar

mandala chakra cordial

mandala chakra garganta

mandala chakra frontal

mandala chakra corona



Armonización de los chakras usando los sentidos 

Cada chakra principal tiene asociado uno de los cinco sentidos, y es a través del uso de éstos que podemos armonizar nuestro sistema chakral. Éstas son algunas sugerencias de cómo hacerlo, pero si tienes en cuenta el sentido que rige cada chakra, con el tiempo y la práctica puedes idear tus propios ejercicios.

Chakra raíz. El sentido asociado a este chakra es el olfato, y los olores que más conectan con él son el cedro, el olor a tierra y el clavo. Un paseo por el bosque después de la lluvia, aspirando el olor a tierra mojada, es perfecto para armonizar el chakra raíz. También se pueden usar inciensos y esencias de cedro para aromatizar tu zona de meditación.
Chakra sacro. El sentido asociado es el gusto y conecta especialmente bien con el agua. Beber agua fresca de una fuente armoniza esta chakra, así como degustar la comida con deleite, siendo muy consciente de cada sabor.
Chakra plexo solar. El sentido asociado a este chakra es la vista, y conecta lógicamente con el sol. Observar los rayos de sol del amanecer o del atardecer ayuda a armonizar este chakra.
Chakra cordial. El sentido asociado es el tacto, y conecta muy bien con las flores, por lo que acariciar los pétalos de una flor puede ayudar a armonizar este chakra; también sentir el tacto de otros elementos de la naturaleza, como la corteza de un árbol, la arena de la playa, el musgo...
Chakra garganta. El sentido es el oído y resuena especialmente con el sonido de las olas del mar; un paseo por la playa escuchando el oleaje y mirando el cielo azul (color de este chakra) puede ser perfecto para armonizalo.
Chakra frontal. Este chakra lleva a sociado el sexto sentido, nuestra capidad de percibir más allá de lo físico, e integra a su vez todos los sentidos. Para armonizarlo, lo mejor es mantenernos abiertos a las sincronicidades, pero también abrir todos nuestros sentidos a los mensajes de la naturaleza.
Chakra coronario. Éste es el chakra que nos conecta con la fuente, con la energía del universo, por lo que estamos aquí más allá de los sentidos. Para armonizar este chakra debemos mantenernos abiertos a la energía que nos rodea y dispuestos a conectarnos con la fuente de toda vida.

Estos son unos ejemplos de cómo armonizar los chakras utilizando nuestros sentidos, pero conforme vayas avanzando en la práctica de este ejercicio descubrirás lo que mejor se adapta a tu propia energía, la mejor manera de usar tus sentidos para armonizarte.


Recorriendo los 7 chakras principales

Sentado de forma cómoda y erguida pero sin forzar la posición, respira lentamente y nota cómo el aire entra en tu cuerpo llenando los pulmones y luego sale suavemente.
Cuando te sientas suficientemente relajado, visualiza una luz de color rojizo a la altura de tu chakra raíz (ver imagen); la luz va aumentando en tamaño e intensidad, extendiéndose hacia abajo, mientras gira suavemente.
Tratando de mantener en segundo plano la visión de esa luz rojiza, visualiza ahora una luz anaranjada a la altura de tu chakra sacro (ver imagen); vé como la luz empieza a girar mientras crece y se extiende hacia delante.
Mantén la visión anterior mientras visualizas una nueva luz, esta vez amarilla y situada un poco por encima del ombligo (ver imagen); la luz gira y se vuelve más y más brillante, va creciendo mientras se extiende hacia delante, lanzándose hacia el horizonte.
Trata de dejar en segundo plano las tres luces anteriores y visualiza una cuarta luz, que va creciendo a la altura de tu pecho y tiene un color rosado en el centro y verde en los extremos (ver imagen); esta luz también se va extendiendo suavemente hacia delante.
La siguiente luz a visualizar es de color azul claro y comienza a girar a la altura de tu garganta (ver imagen), se va extendiendo hacia delante a medida que va creciendo en brillo e intensidad.
Sin olvidar las luces anteriores, visualiza una luz de color añil o azul oscuro que aparece en tu frente (ver imagen) y que va girando mientras se vuelve de un azul más y más profundo y va aumentando y extendiéndose hacia delante.
Finalmente, visualiza que en la parte más alta de tu cabeza (ver imagen) aparece una luz blanca con el centro morado que gira mientras se abre el chakra de la corona; esa luz crece y se hace más brillante y pura al tiempo que se extiende hacia arriba y te conecta con el universo, dejando que entre en ti la fuerza vital y la energía divina.
Ahora trata de visualizar todos los chakras con su luminosidad de color, girando y extendiéndose, conectándose con el entorno y llenándote de energía.